miércoles, 3 de mayo de 2017

Artículo: La Mezcla empieza desde el tracking.

Desde que la grabación de audio digital se hizo accesible para practicamente para todos hemos sido testigos de incontables modas y tendencias. Desde aspectos técnicos hasta estilos y técnicas diseñadas para contrarrestar los defectos de la grabación "en casa" o "en espacios no controlados" como lo sería un estudio de grabación con espacios acusticamente diseñados y con equipo instalado y configurado "como debe ser".

Uno de los primeros temas que llenaban foros de discusión era: 

¿Como lograr que mis grabaciones suenen al mismo volumen que las grabaciones comerciales?

Después nos preocupamos por el ruido y surgieron técnicas y guías para aprovechar "cosas y materiales" (cobertores, cobijas, cojines de hule espuma, etc.) que comúnmente tenemos en casa para lograr "el acondicionamiento y/o insonorización" del espacio utilizado para grabar. 

Y un largo largo etcétera...

Independientemente de todos los temas que nos han acompañado en este recorrido del Home Studio nada me ha resultado tan revelador como descubrir que las condiciones siempre han estado ahí, el problema era yo y todas esas limitaciones que según yo tenía mi set up y equipo que utilizo para grabar.

Algunos verán los 4 Grammys de Chris Lord Alge... otros veremos esos racks.


"La mezcla comienza desde el tracking".


Descubrí que los momentos de frustración que he sentido en diferente momentos durante en el proceso de mastering de diferentes canciones era provocada por mis omisiones al momento de realizar el tracking de instrumentos de esas canciones. Mi falta de cuidado en la etapa inicial era la causa de que el resultado final no fuera el esperado.

Hay una lógica que debe estar presente en el proceso de grabación y que cada quien debe descubrir en base al equipo con que se cuenta... y la única forma de descubrir esa lógica es a prueba y error. La buena noticia es que una vez que nos demos cuenta de como funciona las cosas será algo que haremos en todas las grabaciones que realicemos después.

  1. Cuidar los niveles de grabación de todos los instrumentos durante el proceso de tracking aun cuando sepamos que en el caso de algunos instrumentos tengamos claro que no son tomas definitivas.  A un nivel máximo de -6 db de entrada en el DAW (En mi caso así me funciona). 
  2. Cuidar lo que puede resultar obvio pero que por prisas o emoción pasamos por alto: Que los sonidos grabados suenen bien en conjunto, en tempo, sin ruidos innecesarios... y si buscamos algún sonido en particular o efecto especial lograr ese sonido desde la fuente y no en procesos posteriores de edición, EQ y/o procesamiento con otros efectos.
  3. Aprovechar las características de los micrófonos con que se cuenta para capturar fielmente la fuente de sonido y rechazar otros sonidos que pudieran presentarse en el espacio.
  4. Dedicar tiempo suficiente a encontrar el lugar óptimo para microfonear amplificadores, baterías y otros instrumentos. Nada es más frustrante que grabar "la toma perfecta" y que el micrófono por su posición no capte fielmente la fuente de sonido.
  5. La grabación por línea "no es mala". Si contamos con procesadores multiefectos u otros dispositivos de emulación de bocina bien podemos sacarles partido para grabar guitarras, bajos y hasta voces.
Durante las etapas de grabación hay que poner especial cuidado en escuchar las señales/instrumentos que se van grabando y que van conformado el tema. Cuidar que presenten niveles de volumen similares y características sonoras que funcionen para la canción. Poner atención a este tipo de detalles nos ayuda a poner nuestras producciones a un nivel superior que un simple demo.

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